ACEITEROS DEL SUR RESPONSABILIDAD SOCIAL

Raviolis de calabaza

La pasta fresca rellena es una de esas laboriosas recetas que merecen la pena hacer, como es el caso de estos raviolis de calabaza y que en cuanto pruebas se convierten en un auténtico placer para el paladar.

INGREDIENTES

1 kg de harina
30 grs de sal fina
Pimienta blanca molida
8 huevos
40 ml de aceite de oliva virgen extra HOJIBLANCA
18 ml de agua fría

Para el relleno:

1 calabaza
100 grs de queso mozzarella
Sal
Pimienta
1 huevo
2 cucharadas de pan rallado

Aceite de oliva virgen extra
Guindillas

PREPARACIÓN

En primer lugar, vamos a hacer la masa. Si posees una amasadora la haremos en ella y si no a mano aunque la tarea resultará más pesada. Echamos en el bol la harina, a la que agregamos la sal fina, la pimienta blanca molida, los huevos junto al aceite de oliva virgen extra Hojiblanca que aportará unos agradables toques picantes y amargos, además del agua fría. Prendemos la amasadora y amasar por espacio de unos 20 minutos hasta que la masa se vuelva elástica, brillante y homogénea. Sacamos de la amasadora y envolvemos con varias vueltas en papel film, y dejamos reposar en frio moderado durante unas dos horas.
Para preparar el relleno hay que pelar y poner a hervir la calabaza en agua ligeramente salada. Una vez que está cocida, se pone en un colador y se aplasta ligeramente para escurrirle la mayor cantidad de agua posible. Hecho esto, se coloca en un cuenco y se las aplasta hasta tener un puré al que añadimos la sal y la pimienta negra recién molida al gusto.
A continuación, al puré de calabaza le agregamos el queso mozzarella que previamente habremos rallado.
Lo mezclamos bien dando vueltas con ayuda de la mano y le agregamos el huevo mientras seguimos revolviendo.
Seguimos trabajando el relleno con la mano agregando pan rallado hasta que quede una mezcla homogénea y dura, y lo llevamos a la nevera.
Después de que la masa de la pasta haya reposado lo suficiente, unas dos horas, y el relleno también, empezamos a trabajar la masa para hacer los raviolis. Amasamos durante unos minutos y en una superficie espolvoreada con harina estiramos la masa con un rodillo hasta que nos quede muy fina, de un espesor no superior a los dos milímetros. Con una máquina para hacer pasta estiraríamos la masa hasta llegar al punto 6.
Echamos el relleno dentro de una manga pastelera y vamos poniendo pequeñas cantidades de este sobre la masa estirada, separándolos entre sí lo suficiente para poder hacer los raviolis. El tamaño y la cantidad de relleno es una cuestión de gustos.
Con un poco de agua fría, pintamos la masa de la pasta alrededor del relleno, y lo cubrimos todo con otra lámina de masa estirada. Con la ayuda de los dedos nos aseguramos de cubrir perfectamente el relleno de los raviolis.
Cortamos los raviolis con la ayuda de un cortapastas.
Ponemos al fuego una olla con abundante agua y sal.
Mientras se calienta el agua, ponemos una sartén al fuego con un chorro generoso de aceite de Oliva. Cuando éste esté caliente, echamos unas guindillas frescas costadas en rodajas y dejamos que se sofrían durante unos minutos, lo suficiente para que den sabor al aceite pero con cuidado de que no se hagan demasiado.
En el momento en el que el agua entre en ebullición vertemos los raviolis uno a uno y los cocemos por tandas de unos 20, ya que son muy delicados. Los dejamos cocer entre 3 y 5 minutos dependiendo del tamaño de los mismos.
Hechos los raviolis de calabaza, los servimos en un plato y los aliñamos con el aceite de oliva frito junto con las guindillas.

1 kg de harina
30 grs de sal fina
Pimienta blanca molida
8 huevos
40 ml de aceite de oliva virgen extra HOJIBLANCA
18 ml de agua fría

Para el relleno:

1 calabaza
100 grs de queso mozzarella
Sal
Pimienta
1 huevo
2 cucharadas de pan rallado

Aceite de oliva virgen extra
Guindillas

En primer lugar, vamos a hacer la masa. Si posees una amasadora la haremos en ella y si no a mano aunque la tarea resultará más pesada. Echamos en el bol la harina, a la que agregamos la sal fina, la pimienta blanca molida, los huevos junto al aceite de oliva virgen extra Hojiblanca que aportará unos agradables toques picantes y amargos, además del agua fría. Prendemos la amasadora y amasar por espacio de unos 20 minutos hasta que la masa se vuelva elástica, brillante y homogénea. Sacamos de la amasadora y envolvemos con varias vueltas en papel film, y dejamos reposar en frio moderado durante unas dos horas.
Para preparar el relleno hay que pelar y poner a hervir la calabaza en agua ligeramente salada. Una vez que está cocida, se pone en un colador y se aplasta ligeramente para escurrirle la mayor cantidad de agua posible. Hecho esto, se coloca en un cuenco y se las aplasta hasta tener un puré al que añadimos la sal y la pimienta negra recién molida al gusto.
A continuación, al puré de calabaza le agregamos el queso mozzarella que previamente habremos rallado.
Lo mezclamos bien dando vueltas con ayuda de la mano y le agregamos el huevo mientras seguimos revolviendo.
Seguimos trabajando el relleno con la mano agregando pan rallado hasta que quede una mezcla homogénea y dura, y lo llevamos a la nevera.
Después de que la masa de la pasta haya reposado lo suficiente, unas dos horas, y el relleno también, empezamos a trabajar la masa para hacer los raviolis. Amasamos durante unos minutos y en una superficie espolvoreada con harina estiramos la masa con un rodillo hasta que nos quede muy fina, de un espesor no superior a los dos milímetros. Con una máquina para hacer pasta estiraríamos la masa hasta llegar al punto 6.
Echamos el relleno dentro de una manga pastelera y vamos poniendo pequeñas cantidades de este sobre la masa estirada, separándolos entre sí lo suficiente para poder hacer los raviolis. El tamaño y la cantidad de relleno es una cuestión de gustos.
Con un poco de agua fría, pintamos la masa de la pasta alrededor del relleno, y lo cubrimos todo con otra lámina de masa estirada. Con la ayuda de los dedos nos aseguramos de cubrir perfectamente el relleno de los raviolis.
Cortamos los raviolis con la ayuda de un cortapastas.
Ponemos al fuego una olla con abundante agua y sal.
Mientras se calienta el agua, ponemos una sartén al fuego con un chorro generoso de aceite de Oliva. Cuando éste esté caliente, echamos unas guindillas frescas costadas en rodajas y dejamos que se sofrían durante unos minutos, lo suficiente para que den sabor al aceite pero con cuidado de que no se hagan demasiado.
En el momento en el que el agua entre en ebullición vertemos los raviolis uno a uno y los cocemos por tandas de unos 20, ya que son muy delicados. Los dejamos cocer entre 3 y 5 minutos dependiendo del tamaño de los mismos.
Hechos los raviolis de calabaza, los servimos en un plato y los aliñamos con el aceite de oliva frito junto con las guindillas.

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Raviolis de calabaza

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