ACEITEROS DEL SUR RESPONSABILIDAD SOCIAL

Rosquillas fritas

Las rosquillas fritas son un dulce tradicional que se consume sobretodo en Semana Santa a lo largo de todo nuestro país. Con una elaboración sencilla y hecha con ingredientes sencillos, el resultado es espectacular.

INGREDIENTES

1 huevo grande
500 grs de harina de trigo
6 cucharadas de aceite de oliva
Piel de media naranja
Aceite de oliva virgen extra Hojiblanca
6 cucharadas de azúcar
6 cucharadas de leche entera
6 cucharadas de vino blanco
1/2 cucharadita de bicarbonato

200 grs de azúcar blanca

750 grs de aceite oliva suave o aceite de oliva virgen extra Cornicabra

PREPARACIÓN

Lo primero que hacemos es poner una sartén al fuego con el aceite de oliva virgen extra Hojiblanca y echamos en él la piel de la naranja. La freímos bien para que absorba el aceite todo su sabor, y después de unos minutos lo retiramos del fuego. Dejamos que se enfríe el aceite completamente y desechamos la piel antes de añadirlo a la masa.
A continuación, vamos a separar la yema del huevo de la clara y batimos ésta última a punto de nieve.
Incorporamos la yema a las claras y con movimientos envolventes la integramos.
Añadimos ahora el aceite, que como hemos dicho debe de estar frío.
Seguimos agregando el azúcar y una vez que esté bien disuelto, empezamos a incorporar la harina junto con el bicarbonato tamizándolo con un colador. Vamos integrándola poco a poco con movimientos envolventes.
Continuamos añadiendo harina a la masa, hasta que veamos que ésta está un poco pegajosa pero manejable. Es ese momento paramos de añadir harina, le damos forma de bola, tapamos con un papel trasparente y dejamos que la masa repose durante una media hora.
Pasado el tiempo de reposo, cogemos porciones pequeñas del tamaño de una pelota de golf.
Para darle forma a las rosquillas, nos untamos en primer lugar las manos con aceite y damos a las pequeñas porciones forma de bola. Introducimos en ella el dedo índice para formar el hueco y ahora entre los dos dedos índices vamos agrandándole.
Según vamos haciendo las rosquillas, las vamos dejando en una superficie previamente untada de aceite.
Cuando ya las tengamos hechas, cogemos una sartén bastante profunda, y le añadimos una buena cantidad de aceite de oliva suave o aceite de oliva virgen extra Cornicabra. Llevamos la sartén a fuego medio, ya que si se pone muy alto las rosquillas podrían dorarse enseguida por fuera quedando su interior crudo.
En el momento en el que el aceite esté caliente, vamos friendo las rosquillas pero con cuidado de no incorporar muchas al mismo tiempo para que el aceite no se enfríe. Al principio se hunden al fondo, pero en un momento salen a la superficie y empiezan a crecer.
Vamos moviendo y dando la vuelta a las rosquillas según se vayan haciendo, hasta que tengan un bonito color dorado por toda su superficie.
Según vamos sacando las rosquillas, las ponemos sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Sin dejar que las rosquillas se enfríen del todo, las tenemos que ir pasando por un plato con azúcar blanquilla mezclada con azúcar glas y las rebozamos bien en ello. Es importante que no estén frías todavía, para que queden se impregnen bien del azúcar.
Hecho esto, ya estarían listas las rosquillas para comer.

1 huevo grande
500 grs de harina de trigo
6 cucharadas de aceite de oliva
Piel de media naranja
Aceite de oliva virgen extra Hojiblanca
6 cucharadas de azúcar
6 cucharadas de leche entera
6 cucharadas de vino blanco
1/2 cucharadita de bicarbonato

200 grs de azúcar blanca

750 grs de aceite oliva suave o aceite de oliva virgen extra Cornicabra

Lo primero que hacemos es poner una sartén al fuego con el aceite de oliva virgen extra Hojiblanca y echamos en él la piel de la naranja. La freímos bien para que absorba el aceite todo su sabor, y después de unos minutos lo retiramos del fuego. Dejamos que se enfríe el aceite completamente y desechamos la piel antes de añadirlo a la masa.
A continuación, vamos a separar la yema del huevo de la clara y batimos ésta última a punto de nieve.
Incorporamos la yema a las claras y con movimientos envolventes la integramos.
Añadimos ahora el aceite, que como hemos dicho debe de estar frío.
Seguimos agregando el azúcar y una vez que esté bien disuelto, empezamos a incorporar la harina junto con el bicarbonato tamizándolo con un colador. Vamos integrándola poco a poco con movimientos envolventes.
Continuamos añadiendo harina a la masa, hasta que veamos que ésta está un poco pegajosa pero manejable. Es ese momento paramos de añadir harina, le damos forma de bola, tapamos con un papel trasparente y dejamos que la masa repose durante una media hora.
Pasado el tiempo de reposo, cogemos porciones pequeñas del tamaño de una pelota de golf.
Para darle forma a las rosquillas, nos untamos en primer lugar las manos con aceite y damos a las pequeñas porciones forma de bola. Introducimos en ella el dedo índice para formar el hueco y ahora entre los dos dedos índices vamos agrandándole.
Según vamos haciendo las rosquillas, las vamos dejando en una superficie previamente untada de aceite.
Cuando ya las tengamos hechas, cogemos una sartén bastante profunda, y le añadimos una buena cantidad de aceite de oliva suave o aceite de oliva virgen extra Cornicabra. Llevamos la sartén a fuego medio, ya que si se pone muy alto las rosquillas podrían dorarse enseguida por fuera quedando su interior crudo.
En el momento en el que el aceite esté caliente, vamos friendo las rosquillas pero con cuidado de no incorporar muchas al mismo tiempo para que el aceite no se enfríe. Al principio se hunden al fondo, pero en un momento salen a la superficie y empiezan a crecer.
Vamos moviendo y dando la vuelta a las rosquillas según se vayan haciendo, hasta que tengan un bonito color dorado por toda su superficie.
Según vamos sacando las rosquillas, las ponemos sobre un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Sin dejar que las rosquillas se enfríen del todo, las tenemos que ir pasando por un plato con azúcar blanquilla mezclada con azúcar glas y las rebozamos bien en ello. Es importante que no estén frías todavía, para que queden se impregnen bien del azúcar.
Hecho esto, ya estarían listas las rosquillas para comer.

Un comentario

Alfonso dice:

20 de marzo de 2024 a las 17:47

Está mal redactada cuando echamos el vino cuando echamos la leche es un huevo o son varios porque luego dice que añadamos la yema a las claras……