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Pan de cebolla con centeno, semillas y orégano

Pan de cebolla con centeno, semillas y orégano

No sabes comer sin pan, te encanta y crees que es perfecto a cualquier hora y para acompañar cualquier comida. El pan de cebolla con centeno, semillas y orégano se puede intuir ya lo delicioso que va a estar por los olores que desprende cuando se está cocinando en el horno. Casi no puedes esperar a que se termine de hacer para partirte una rebanada y regarla con un buen aceite de oliva virgen extra. Algo muy sencillo, pero maravilloso.

INGREDIENTES

PREPARACIÓN

INGREDIENTESINGREDIENTES

  • 120 grs de cebolla picada
  • 200 grs de harina de trigo
  • 100 grs de harina de centeno
  • 30 grs de levadura seca
  • 180 ml de agua tibia
  • 3 cucharadas de semillas al gusto
  • 1 cucharadita de sal
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca

INGREDIENTESPREPARACIÓN

  1. En primer lugar, ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca.
  2. Mientras se calienta, picamos en trozos muy pequeños o rallamos la cebolla y la echamos a la sartén para que se poche. Cuando empiece a coger color tostado, la apartamos del fuego y dejamos que se enfríe.
  3. Ponemos en un cuenco la harina de trigo con la de centeno y la mezclamos. Hacemos en el centro un hueco y echamos en él la levadura junto con el agua tibia, la cebolla frita y el aceite de oliva en el que la hemos hecho, el orégano, la pimienta negra molida y espolvoreamos por encima de la harina la sal.
  4. Con la mano vamos a ir mezclando los ingredientes poco a poco hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos. En cuanto veamos que la masa se empiece a despegar de las paredes del molde, la pasamos a una superficie lisa de trabajo ligeramente enharinada y la amasamos durante unos 10 minutos.
  5. Hacemos con la masa una bola, la pasamos de nuevo al cuenco y la tapamos con un paño de cocina limpio. Dejamos que fermente durante una hora más o menos en un lugar cálido.
  6. Tras ese tiempo, volvemos a poner la masa en la superficie de trabajo y le quitamos el aire presionándola suavemente con las puntas de los dedos. Le damos la forma de pan que más nos guste. Humedecemos su superficie con un poco de agua, la ponemos sobre una placa para horno espolvoreada de harina y dejamos que repose en un lugar cálido durante una media hora.
  7. Unos diez minutos antes de que termine de reposar el pan, encendemos el horno a una temperatura de 200º para que se vaya calentando.
  8. Cuando pase el tiempo de reposo de la masa, bajamos la temperatura del horno a 180º y la introducimos para que se cocine durante unos 50 minutos o hasta que veamos que el pan de cebolla empieza a tomar un bonito color dorado. Un truco para asegurarnos de que el pan está hecho es golpearlo en la base con los nudillos y si suena a hueco, es que ya lo está.
  9. Por último, sacamos el pan de cebolla del horno y dejamos que se enfríe colocado sobre unas rejillas metálicas.
  • 120 grs de cebolla picada
  • 200 grs de harina de trigo
  • 100 grs de harina de centeno
  • 30 grs de levadura seca
  • 180 ml de agua tibia
  • 3 cucharadas de semillas al gusto
  • 1 cucharadita de sal
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca
  1. En primer lugar, ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva virgen extra Hojiblanca.
  2. Mientras se calienta, picamos en trozos muy pequeños o rallamos la cebolla y la echamos a la sartén para que se poche. Cuando empiece a coger color tostado, la apartamos del fuego y dejamos que se enfríe.
  3. Ponemos en un cuenco la harina de trigo con la de centeno y la mezclamos. Hacemos en el centro un hueco y echamos en él la levadura junto con el agua tibia, la cebolla frita y el aceite de oliva en el que la hemos hecho, el orégano, la pimienta negra molida y espolvoreamos por encima de la harina la sal.
  4. Con la mano vamos a ir mezclando los ingredientes poco a poco hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos. En cuanto veamos que la masa se empiece a despegar de las paredes del molde, la pasamos a una superficie lisa de trabajo ligeramente enharinada y la amasamos durante unos 10 minutos.
  5. Hacemos con la masa una bola, la pasamos de nuevo al cuenco y la tapamos con un paño de cocina limpio. Dejamos que fermente durante una hora más o menos en un lugar cálido.
  6. Tras ese tiempo, volvemos a poner la masa en la superficie de trabajo y le quitamos el aire presionándola suavemente con las puntas de los dedos. Le damos la forma de pan que más nos guste. Humedecemos su superficie con un poco de agua, la ponemos sobre una placa para horno espolvoreada de harina y dejamos que repose en un lugar cálido durante una media hora.
  7. Unos diez minutos antes de que termine de reposar el pan, encendemos el horno a una temperatura de 200º para que se vaya calentando.
  8. Cuando pase el tiempo de reposo de la masa, bajamos la temperatura del horno a 180º y la introducimos para que se cocine durante unos 50 minutos o hasta que veamos que el pan de cebolla empieza a tomar un bonito color dorado. Un truco para asegurarnos de que el pan está hecho es golpearlo en la base con los nudillos y si suena a hueco, es que ya lo está.
  9. Por último, sacamos el pan de cebolla del horno y dejamos que se enfríe colocado sobre unas rejillas metálicas.

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