No puedes parar de comerlos. Es algo que intuías cuando estabas cocinando los grisines de queso y cebolla porque han llenado la casa con un olor maravilloso e irresistible. Y su sabor, una auténtica delicia.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.